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| El despacho en la gestión del poder |
El despacho viene originariamente era el lugar reservado para la reunión; la administración; las leyes y toma de decisiones de los relacionados con el poder.
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| La era industrial demanda el puesto técnico. |
Con la aparición de la industria, se hace más patente la organización y gestión de activos, las cuales ganan en importancia conforme la tecnología va reduciendo la mano de obra poco cualificada, aunque se incrementa el número de operarios que intervienen en las empresas por el crecimiento económico y la mayor productividad que estas consiguen.
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| Espacios de trabajo individuales |
La organización de las oficinas se basa en el control de procesos con metodologías similares a las aplicadas a los procedimientos de producción industrial, sin tener en cuenta factores emocionales como la conducta o el comportamiento.
Los altos grados de competencia que se vienen produciendo entre empresas que desarrollan su economía con productos o servicios similares hace que la optimización en producción no sea determinante para la supervivencia, por lo que empiezan a intervenir otros elementos que permiten la especialización para abordar nuevos segmentos de mercado y posicionando así frente a la competencia.
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| Espacios de trabajo abiertos y colaborativos |
Alrededor de la industria se crean muchos servicios complementarios en los que cada vez se hace más importante el talento humano como elemento diferenciador, por lo que los espacios de trabajo van considerando los aspectos denominados como psicosociales.
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| Lugares destinados a estimular la creación y el talento |
Las grandes sociedades de consumo requieren una multitud de servicios que se unen a los productos industriales para crear una economía basada en el consumo de productos y servicios cada vez más critico y exigente, desplazando consideraciones como la capitalización por otras más abstractas como la marca o imagen corporativa.
En la actualidad, la denominada sociedad de información hace que otros elementos estén interviniendo en las empresas, haciendo que estas se integren en los valores de la sociedad sensibilizada con valores sociales como la sostenibilidad y la accesibilidad, reflejándose estos también en el mundo de la oficina, tanto por las ventajas productivas que ellas implican como por su proyección social.
El prestigio e influencia de los productos y servicios en una sociedad con una capacidad de comunicación interindividual sin precedentes, sitúa el panorama económico en una posición en la que las empresas deben estar orientadas a satisfacer con sus productos y servicios las exigencias de un consumidor cada vez menos fiel y más informado.
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