16 jul 2013

Decálogo del buen equipamiento para la oficina

Las diez preguntas que se tienen que contestar para convertir un espacio de trabajo en una herramienta para la productividad
Foto: Red Box Design

Las diez preguntas que se deben plantear a la hora de diseñar un espacio de trabajo altas prestaciones.
Es el momento de poner en marcha un proyecto para el equipamiento de un nuevo espacio de trabajo. Una vez está disponible la información del proyecto, se procede a realizar el diseño de la implantación sobre las distintas áreas o zonas de trabajo más comunes, que son:
  • La recepción: Es la zona de bienvenida donde recibir a clientes y colaboradores. 
  • Los despachos: Aporta privacidad para mantener entrevistas, negociaciones o para realizar trabajo que requiera concentración.
  • Las zonas operativas: Son puestos de trabajo asignados a dedicación completa, como en las tareas administrativas o parcial en las tareas técnicas o comerciales.
  • Los espacios comunes: Podríamos englobar aquí las zonas de uso comunitario que iría desde la sala de reuniones, el office, la zona de espera, las zonas de transito y otras.
Con el presupuesto aceptado y el proyecto ejecutado, las empresas dan por satisfecha la tarea y obtienen a cambio un espacio bien solucionado estéticamente, funcional, de calidad y adaptado a los requerimientos de la normativa vigente.

Pero el equipamiento bien planteado aporta mucho más; no es una cuestión de un mayor o menor coste económico, sino de racionalizar las respuestas adecuadas con las que se obtendrá el máximo retorno de la inversión realizada vía productividad.

Para conseguir este objetivo se deberá responder, como mínimo, estas preguntas:
  1. ¿Conocemos bien los procesos que intervienen en la empresa?
  2. ¿Conocemos los enlaces y recursos que intervienen en los procesos?
  3. ¿Sabemos optimizar el equipamiento necesario para cada área de trabajo?
  4. ¿Qué importancia tiene el itinerario que realizan los clientes en el espacio de trabajo?
  5. ¿Adaptamos convenientemente el equipamiento a las características y capacidades de las personas que desarrollan los trabajos?
  6. ¿Hemos tomado las medidas ergonómicas adecuadas?
  7. ¿Orientamos adecuadamente con la correcta señalización visual?
  8. ¿Transmitimos la imagen deseada a través del diseño de interiores y el equipamiento seleccionado?
  9. ¿Hacemos accesible a cualquier persona el uso de los servicios y equipamientos?
  10. ¿Tenemos conectada la política y filosofía de la empresa con el espacio de trabajo?
El experto en equipamiento ayudará a convertir las respuestas a estas preguntas en soluciones de equipamiento, ajustando la inversión del cliente, y sobre todo, consiguiendo de ésta el mayor retorno posible para la empresa, ya que el equipamiento repercute directamente en la eficiencia de la organización, la productividad de sus trabajadores, y todo ello, en los procesos de venta y el cliente final.

Antonio Ruiz

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